miércoles, 8 de agosto de 2012

El placer de lo oculto

Estaba ojeando entre las revistas de moda que me he comprado esta mañana y me ha llamado la atención un artículo que quiero compartir con vosotras y también con vosotros...

'Una mujer atractiva que sabe insinuar se puede convertir en una auténtica diosa'... Nunca debemos olvidar que somos mujeres y que no solamente debemos de vestirnos por fuera para gustar sino también por dentro. Cuántas veces os ha pasado de llevar una ropa interior 0 sexy o 'de cuello alto' y os ha salido el plan de vuestra vida? No chicas, no podemos descuidar nuestra ropa interior. Porque es la que nosnhace sentirnos sexy y si nos sentimos sexy, ellos nos verán sexys!!

Las mujeres más sexys y sensuales fueron las egipcias (las primeras mujeres en la historia que usaron lencería). Fueron seguidas por las griegas hasta nuestros tiempos. La lencería tiene una finalidad puramente estética (a caso no habéis estrenado conjunto lencero al empezar a salir con un chico?). Y es la estética lo que hace de la lencería algo realmente interesante, consigue un doble juego casi irresistible para cualquier ser humano entre lo que se enseña y lo oculto.

Ese doble juego permite ver pero no recrearse, intuir sin constatar. En definitiva, fantasear. Y siempre es mucho más interesante lo que uno se imagina que la realidad. Ésta suele ser decepcionante, pero lo que uno se imagina es siempre muchísimo mejor. Una mujer exuberante con falda-cinturón y wonderbra seguramente atraerá todas las miradas, pero invita muy poco a la fantasía porque lo muestra todo y su recuerdo apenas deja huella. Una mujer atractiva que sabe insinuar sin dejarlo todo a la vista (por ejemplo, con un escote sutil en v que entrevea un sujetador de encaje negro, una camisa con transparencias que apenas deja intuir la ropa interior o un ligero vestido de seda que adivina las formas) se puede convertir en una auténtica diosa. Y ¿qué hombre puede resistirse a una diosa aunque sea en un olimpo de cuatro paredes? Y ¿qué mujer puede resistirse a la tentación de sentirse como una diosa?

Los sujetadores,  los tangas, los corpiños, los ligueros y las medias, las ligas y los zapatos de tacón son algunos de los fetiches más habituales. Las mujeres vuelven a usar corsé, liguero y negligé, y no precisamente para marcar la cintura, sujetar medias o disimular curvas. Se vuelven a usar para seducir al afortunado y pasarlo bien entre los dos.

Aunque el arte de la seducción es un juego que tiene muchas facetas como la confianza en una misma, la fuerza, la inteligencia y el sentido del humor (Dita von Teese)

Podéis leer todo el artículo en www.glamou.es

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