lunes, 28 de mayo de 2012

El verano del bañador

Dadas a las altas temperaturas que estamos teniendo esta semana, es de obligación forzada hablar de la pieza estrella de este verano: EL BAÑADOR.

Una nueva oleada llega a las pasarelas y el biquini cede parte de su reinado a su eterno competidor en los días 'summer'

Al exitoso y aclamado bikini le ha salido un compañero de inmersión y sol para este verano. Firmas como Prada, Bottega Veneta, Michael Kors o Donna Karan han restado protagonismo al bikini para apostar y hacer del bañador la estrella ganadora de esta temporada. Que el dos piezas sigue siendo el rey está claro, pero el traje de baño, que durante un tiempo ha estado relegado a un segundo (e incluso un tercer puesto) plano, está coleccionando seguidoras. Y es que parece que volvemos a empezar, ya que antes de la aparación del bikini en 1946, el primero en 'enseñar a nadar a las mujeres' fue este recatado hit. En 1890 los médicos lo tenían claro, había que meterse en el agua salada del mar por salud, y por eso el outfit que los expertos en moda inventaron para los hombres era, cuanto menos, invernal: camisa, pantalón y calcetines. En 1915 le llegó el turno a la mujer, que se envolvía en camisones, largas camisas y faldas para darse un chapuzón, hasta que en 1930 nace lo que ya se podría bautizar como bañador, una prenda con un escote estilo camiseta y un largo de pantalón que obligatoriamente cubría los muslos femeninos. El tejido empleado para realizarlo? la lana. Razón por la que al meterse al agua el traje incrementaba su peso en tres kilos. De ahí el salto al ligero biquini, gracias a Louis Réard (su inventor) y a la bailarina de striptease Michlle Bernardini, que lo lució en un casino parisino. Pero si rebobinamos el tiempo, antes de que este francés nos regalara el binomio playero con guiños a los conjuntos lenceros (sujetador y braguita), podemos ver las diferentes fases por las que pasó el bañador antes de ser desterrado, en parte, por su competidor.

Apareció en escena con una máxima clave (incluso en materia de tela): no enseñar demasiado, para ello los muslos se tapaban con un pantalón pegado a modo de ciclista y los escotes eran poco pronunciados. A lo largo de las década se fue tranformando y en los años 50 empezó a marcar la silueta femenina riendiendo culto al pin-up: ballenas para estilizar el cuerpo, pechos reforzados y escotes con tirantes, palabra de honor o incluso en forma de corazón. En los 60 se dejó ver tímidamente porque fue el momento de esplendor del biquini, al igual que en los seventies.

En los excesivos 80 optó por adoptar el pseudónimo de sexy incrementando las vistas en el escote (hasta con cremalleras al estilo submarinista) y subiendo el tiro en los muslos para enseñar más piel. En los 90 se fundió con la década en un alarde de minimalismo extremo, y en el siglo XXI empezó a reinventarse bebiendo de épocas pasadas. Tras este revival histórico hagamos una parada, en el presente, en el verano del año 2012, con una única finalidad, ver cómo vuelve para quedarse. Las expertas en el código summer también rinden pleitesía a esta pieza individualista y destacan la importancia que tiene la selección del tejido a la hora de confeccionarlo.

Aquí tenéis algunos ejemplos de bañadores verano 2012






MV
http://www.mvshopper.net/

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