miércoles, 30 de mayo de 2012

Estilo... Sophia Loren

Sophia ha sido una de las mujeres más seductoras y bellas del cine. Talles marcados, voluptuosos escotes y cruvas exuberantes. La musa incombustible, el icono mediterráneo por antonomasia con esa mezcla única de picardía y sensualidad, es de nuevo la inspiración a seguir.

Dolce & Gabbana, adalid de la corriente, ha hecho de este estilo su sello. La falda es el 'hit', Rochas elige la de vuelo y Proenza Schouler la lápiz.



Para conseguir un look a lo Sophia Loren, debes de tener prendas que ensalzan tu silueta, es el sello de esta italiana. Si quieres emular su estilo peina tu
melena de una forma sencilla y a la vez revuelta. Puedes crear unas suaves ondulaciones o recogerte el pelo con un pañuelo en forma bandeau. Las cejas se peinan de una forma ligeramente curvada y medianamente gruesas. Extiende sobre tu rostro una crema con color en un tono neutro o una base de maquillaje con efecto bronceado. Fija el efecto con unos polvos iluminadores preferentemente tostados con una brocha grande. Delinea tus labios con un perfilador de tonos suaves rosados y rellena con una barra mate de color rosa claro. Puedes cambiarlo por un gloss de color rosa palo.



Coge una sombra marrón y extiéndela sobre el párpado generosamente. Debajo de las cejas difumina una sombra anaranjada. Con un eyeliner negro (preferentemente líquido) delinea en las zonas inferiores y superiores una raya larga hasta el final del ojo y un poco más para formar un rabillo que junte las dos líneas.

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Camisas... para él

Hasta el siglo XX, la camisa era una prenda esencialmente interior, oculta en su mayor parte bajo otras piezas de ropa, a excepción del cuello y los puños. En el siglo XIX se llevaba camisa de cuello blando casi exclusivamente para actividades deportivas como el críquet, pero, poco a poco, se fueron haciendo más visibles. Para la ropa informal, con o sin corbata, los diseñadores tienen en la camisa una prenda con la que experimentar las formas y los materiales tradicionales.

En el siglo XVI, el cuello y los puños eran las únicas partes de la camisa a la vista y estaban decoradas con bordados y volantes.

Como veis, a lo largo de los siglos las camisas de caballero y/o masculinas, han sufrido canvios tanto en formas, como en tejidos y colores.




Aquí tenéis algunos ejemplos de los diferentes estilos de camisas de caballero. Tanto casual como elegante. Tanto profesionales como de sport.

La camisa de moda primavera verano 2012 una prenda clasica y sencilla
La camisa de moda primavera verano 2012 una prenda clasica y sencilla
La camisa de traje es una prenda infaltable en el guardarropas masculino
La camisa de traje es una prenda infaltable en el guardarropas masculino
Camisa de cuero marron se puede utlizar con una remera basica
Camisa de cuero marron se puede utlizar con una remera basica
Camisa de traje con diseños exclusivos
Camisa de traje con diseños exclusivos
Las camisas leñadoras siguen vigentes en esta temporada primavera verano
Las camisas leñadoras siguen vigentes en esta temporada primavera verano
Camisa estilo militar en tonos verdes y tierra
Camisa estilo militar en tonos verdes y tierra
Camisa hombre primavera verano 2012 Alexander
Camisa hombre primavera verano 2012 Alexander
Camisa hombre primavera verano 2012 Alexander
Camisa hombre primavera verano 2012 Alexander
Camisa hombre primavera verano 2012 Alexander
Camisa hombre primavera verano 2012 Alexander
Camisa hombre primavera verano 2012 Biscote
Camisa hombre primavera verano 2012 Biscote
Camisa hombre primavera verano 2012 Brioni
Camisa hombre primavera verano 2012 Brioni
Camisa hombre primavera verano 2012 Brioni


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martes, 29 de mayo de 2012

Blusas y Camisas

Las blusas y camisas de siempre surgieron a finales del siglo XIX como una necesidad práctica, junto al traje y el conjunto de chaqueta y falda. En un principio, se basaban en las camisas de hombres, aunque se hacían con telas más delicadas y su forma se ajustaba a la figura encorsetada de la mujer. Durante gran parte del siglo XX, la camisa de oficina con cuello y la camisa romántica de manga larga fueron los dos estilos dominantes, pero los diseñadores siguen explorando estas formas, buscando inspiración en otras culturas y en la deconstrucción.

Para todas las edades y estilos, este clásico de la moda se renueva. Imprescindible en el armario femenino desde la década de los veinte -Coco Chanel fue la primera en adaptar, con el consiguiente escándalo, esta indumentaria masculina (como he dicho anteriormente)-, la camisa blanca se cuela en la mayoría de las colecciones cada temporada. Esta primavera resucita en los diseños de Raf Simons para Jil Sander- en su desfile se cierra una parade de camisas extralargas en forma de vestidos de novia- y en las manos de Phoebe Philo, quien las impregna con una capa de almidón extra en su colección para Céline.





Nuevas o vintage -en nuestra memoria queda aquella camisa con pañuelo al cuello que Audrey Hepburn paseó en 'Vacaciones en Roma' o las que Katharine Hepburn lucía para reforzar su lado masculino siempre que tenía ocasión-, son un básico a la altura de los vaqueros o los stilettos. No puede faltar una buena camisa blanca en ningún fondo de armario!






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lunes, 28 de mayo de 2012

El verano del bañador

Dadas a las altas temperaturas que estamos teniendo esta semana, es de obligación forzada hablar de la pieza estrella de este verano: EL BAÑADOR.

Una nueva oleada llega a las pasarelas y el biquini cede parte de su reinado a su eterno competidor en los días 'summer'

Al exitoso y aclamado bikini le ha salido un compañero de inmersión y sol para este verano. Firmas como Prada, Bottega Veneta, Michael Kors o Donna Karan han restado protagonismo al bikini para apostar y hacer del bañador la estrella ganadora de esta temporada. Que el dos piezas sigue siendo el rey está claro, pero el traje de baño, que durante un tiempo ha estado relegado a un segundo (e incluso un tercer puesto) plano, está coleccionando seguidoras. Y es que parece que volvemos a empezar, ya que antes de la aparación del bikini en 1946, el primero en 'enseñar a nadar a las mujeres' fue este recatado hit. En 1890 los médicos lo tenían claro, había que meterse en el agua salada del mar por salud, y por eso el outfit que los expertos en moda inventaron para los hombres era, cuanto menos, invernal: camisa, pantalón y calcetines. En 1915 le llegó el turno a la mujer, que se envolvía en camisones, largas camisas y faldas para darse un chapuzón, hasta que en 1930 nace lo que ya se podría bautizar como bañador, una prenda con un escote estilo camiseta y un largo de pantalón que obligatoriamente cubría los muslos femeninos. El tejido empleado para realizarlo? la lana. Razón por la que al meterse al agua el traje incrementaba su peso en tres kilos. De ahí el salto al ligero biquini, gracias a Louis Réard (su inventor) y a la bailarina de striptease Michlle Bernardini, que lo lució en un casino parisino. Pero si rebobinamos el tiempo, antes de que este francés nos regalara el binomio playero con guiños a los conjuntos lenceros (sujetador y braguita), podemos ver las diferentes fases por las que pasó el bañador antes de ser desterrado, en parte, por su competidor.

Apareció en escena con una máxima clave (incluso en materia de tela): no enseñar demasiado, para ello los muslos se tapaban con un pantalón pegado a modo de ciclista y los escotes eran poco pronunciados. A lo largo de las década se fue tranformando y en los años 50 empezó a marcar la silueta femenina riendiendo culto al pin-up: ballenas para estilizar el cuerpo, pechos reforzados y escotes con tirantes, palabra de honor o incluso en forma de corazón. En los 60 se dejó ver tímidamente porque fue el momento de esplendor del biquini, al igual que en los seventies.

En los excesivos 80 optó por adoptar el pseudónimo de sexy incrementando las vistas en el escote (hasta con cremalleras al estilo submarinista) y subiendo el tiro en los muslos para enseñar más piel. En los 90 se fundió con la década en un alarde de minimalismo extremo, y en el siglo XXI empezó a reinventarse bebiendo de épocas pasadas. Tras este revival histórico hagamos una parada, en el presente, en el verano del año 2012, con una única finalidad, ver cómo vuelve para quedarse. Las expertas en el código summer también rinden pleitesía a esta pieza individualista y destacan la importancia que tiene la selección del tejido a la hora de confeccionarlo.

Aquí tenéis algunos ejemplos de bañadores verano 2012






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jueves, 24 de mayo de 2012

La gabardina

De todos es sabido que no podemos fiar del todo de este veranillo de San Martín. No podemos todavía guardar en el armario la gabardina porque vendrán días de lluvia...

Es cierto que la gabardina se suele asocial con Burberry, otras casas de moda, tienen también una larga trayectoria en la producción de este estilo de abrigo. En la década de los sesenta, el trench coat se empezó a asociar con la clase alta británica y con los servicios secretos a través del cine y las series de televisión. A partir de la clásica gabardina británica, esta prenda se ha convertido en un estilo internacional explorado una y otra vez por los diseñadores según la moda imperante en cada momento.


Aquí tenéis dos ejemplos clásicos, uno más que otros, pero en los colores más comprados porque también es cierto que la estación en la que más utilizamos las gabardinas es en la primavera y otoño.



Pero también las podéis encontrar en el clásico y elegante color negro y para las más atrevidas en colores pasteles muy acordes a la primavera!


La gabardina no es una prenda exclusiva de la mujer... Los abrigos trench deben su nombre a los soldados que lucharon en las trincheras la Primera Guerra Mundial, una vez que el Ministerio de Guerra británico aceptó el nuevo diseño de Thomas Burberry para los oficiales. La gabardina es de un material impermeable inventado por el propio Burberry, y en un principio llevaba canesú en la espalda (todavía las podéis encontrar!), cierres de hebilla en los puños, hombreras, una solapa cubrecremallera a un lado y bolsillos grandes.

También vosotros las podéis encontrar en diferentes colores, los más clásicos y fondo de armario son la color camel, la azul marino y la negra.




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El vestido negro

El uso del negro en el vestuario femenino tiene una compleja historia. Visto como la ausencia de color, se ha utilizado para el luto, especialmente en el siglo XIX. Pero también se ha empleado para crear efectos espectaculares combinado con colores contrastados o texturas como el encaje o las cuentas. En la década de los veinte, diseñadores como Chanel promovieron un vestido corto negro y sencillo apropiado para cualquier ocasión, incluso como vestido de cóctel.

Los vestidos negros sencillos y ajustados se pusieron de moda en los sesenta con películas como Desayuno con diamantes, en la que Audrey Hepburn lucía diseños de Givenchy.

Es una prenda mítica que representa la esencia de la modernidad eterna. Y por este motivo es un básico que hay que tener en el armario de cualquier mujer.




Como decía el artículo del País:
"El vestido negro, petite robe noire o little black dress (LBD para las más avezadas) es una de las prendas míticas de la historia de la moda. Y no es de extrañar, porque representa la esencia de la modernidad eterna. Por esta razón, los diseñadores lo recuperan constantemente, unas veces de manera más velada, otras de un modo más evidente. Pero siempre está presente en las pasarelas… y en nuestros armarios: es un clásico que nunca pasa de moda.
Ideado por Coco Chanel en la década de los años 20, le petite robe noire ha creado escuela, tanto por su significado como por su estilo. Desde su primera aparición en Vogue en 1926 se impuso como nuevo uniforme entre las mujeres y se convirtió en un éxito de ventas sin precedentes –de ahí que la revista estadounidense lo comparase con el modelo T de Ford, de carrocería negra–. Si hasta entonces las mujeres habían rivalizado para no pasar desapercibidas y demostrar su estatus, a partir de esa temporada adoptaron este vestido de líneas sencillas cuya sobriedad convenía tanto para el día como para la noche.
Además, el negro también causó polémica. Quizá fuera el color corporativo de la sastrería masculina, pero en el universo femenino estaba relegado al luto, y cualquier otro uso se consideraba indecente entre las damas elegantes –solo campesinas y trabajadoras lo llevaban–. «Antes de mí, nadie habría osado vestirse de negro», proclamó Chanel, desafiando el colorido de Paul Poiret, a la vez que imponía una sutil venganza y uniformaba de negro a las mujeres chic.
Pero ¿qué tiene ese vestido que ha seducido a miles de mujeres desde entonces? El glamour de actrices como Audrey Hepburn o Marilyn Monroe tiene mucho que ver. Inolvidables los LBD de Givenchy para Sabrina (1954) y Desayuno con diamantes (1961); o los diseños de Orry Kelly para Con faldas y a lo loco (1959), por citar algunos. Cierto: las figuras de ambas actrices son polos opuestos; pero a la estilizada Audrey el vestido le sienta tan bien como a la sensual Marilyn. ¿Por qué si no Patricia Field vistió de negro a Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha en la portada de la primera temporada de Sexo en Nueva York?
Esa es una de las cualidades de esta prenda: se adapta a quien lo lleva. ¡Casi nada!, si tenemos en cuenta que hoy una de las principales funciones de la moda es destacar la individualidad… El LBD, además, se adecua a cualquier ocasión si se usan complementos diferentes, por lo que una no ha de cambiarse e ir corriendo cuando tiene un día agitado, con evento o cena incluida: basta con meter en una bolsa el clutch y los tacones.
Otro punto a su favor es su no-color, lanzado por Chanel justo en el momento que las mujeres accedían al mercado de trabajo. Entonces simbolizó el inicio de la igualdad de géneros; y hoy lo sigue haciendo. El negro es todo menos frívolo. Denota seriedad y redibuja la figura. No distrae. Es discreto y nunca falla, ni por exceso ni por defecto.
Y, claro, siempre sienta bien –tanto si se interpreta de manera austera como sofisticada–. Y eso es algo que saben los creadores, que desde su aparición se han encargado de versionarlo sin cesar. Balenciaga siempre tenía uno en sus colecciones –homenaje al negro español–; y Prada se atrevió a hacer un remake monacal de Chanel a finales de los años 80 –para devolver el largo a la rodilla en pleno boom minifaldero–.
Nunca un vestido fue tan imprescindible en el guardarropa femenino. Por curiosidad he ido al mío y he contado 15. ¡Qué tranquilidad!
El vestido negro, petite robe noire o little black dress (LBD para las más avezadas) es una de las prendas míticas de la historia de la moda. Y no es de extrañar, porque representa la esencia de la modernidad eterna. Por esta razón, los diseñadores lo recuperan constantemente, unas veces de manera más velada, otras de un modo más evidente. Pero siempre está presente en las pasarelas… y en nuestros armarios: es un clásico que nunca pasa de moda.
Ideado por Coco Chanel en la década de los años 20, le petite robe noire ha creado escuela, tanto por su significado como por su estilo. Desde su primera aparición en Vogue en 1926 se impuso como nuevo uniforme entre las mujeres y se convirtió en un éxito de ventas sin precedentes –de ahí que la revista estadounidense lo comparase con el modelo T de Ford, de carrocería negra–. Si hasta entonces las mujeres habían rivalizado para no pasar desapercibidas y demostrar su estatus, a partir de esa temporada adoptaron este vestido de líneas sencillas cuya sobriedad convenía tanto para el día como para la noche.
Además, el negro también causó polémica. Quizá fuera el color corporativo de la sastrería masculina, pero en el universo femenino estaba relegado al luto, y cualquier otro uso se consideraba indecente entre las damas elegantes –solo campesinas y trabajadoras lo llevaban–. «Antes de mí, nadie habría osado vestirse de negro», proclamó Chanel, desafiando el colorido de Paul Poiret, a la vez que imponía una sutil venganza y uniformaba de negro a las mujeres chic.
Pero ¿qué tiene ese vestido que ha seducido a miles de mujeres desde entonces? El glamour de actrices como Audrey Hepburn o Marilyn Monroe tiene mucho que ver. Inolvidables los LBD de Givenchy para Sabrina (1954) y Desayuno con diamantes (1961); o los diseños de Orry Kelly para Con faldas y a lo loco (1959), por citar algunos. Cierto: las figuras de ambas actrices son polos opuestos; pero a la estilizada Audrey el vestido le sienta tan bien como a la sensual Marilyn. ¿Por qué si no Patricia Field vistió de negro a Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha en la portada de la primera temporada de Sexo en Nueva York?
Esa es una de las cualidades de esta prenda: se adapta a quien lo lleva. ¡Casi nada!, si tenemos en cuenta que hoy una de las principales funciones de la moda es destacar la individualidad… El LBD, además, se adecua a cualquier ocasión si se usan complementos diferentes, por lo que una no ha de cambiarse e ir corriendo cuando tiene un día agitado, con evento o cena incluida: basta con meter en una bolsa el clutch y los tacones.
Otro punto a su favor es su no-color, lanzado por Chanel justo en el momento que las mujeres accedían al mercado de trabajo. Entonces simbolizó el inicio de la igualdad de géneros; y hoy lo sigue haciendo. El negro es todo menos frívolo. Denota seriedad y redibuja la figura. No distrae. Es discreto y nunca falla, ni por exceso ni por defecto.
Y, claro, siempre sienta bien –tanto si se interpreta de manera austera como sofisticada–. Y eso es algo que saben los creadores, que desde su aparición se han encargado de versionarlo sin cesar. Balenciaga siempre tenía uno en sus colecciones –homenaje al negro español–; y Prada se atrevió a hacer un remake monacal de Chanel a finales de los años 80 –para devolver el largo a la rodilla en pleno boom minifaldero–.
Nunca un vestido fue tan imprescindible en el guardarropa femenino. Por curiosidad he ido al mío y he contado 15. ¡Qué tranquilidad!

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miércoles, 23 de mayo de 2012

Vaqueros

La palabra inglesa jeans proviene de Gênes, el topónimo de Génova en francés, utilizado para hacer referencia a los pantalones resistentes de tela gruesa que llevaban los trabajadores del puerto italiano. Sin embargo, como parte esencial del vesturario masculino, los jeans o vaqueros se identifican fundamentalmente con Estados Unidos. La imagen del héroe vaquero que evocan estos pantalones quedó inmortalizada en películas como 'Los siete magníficos' y luego arraigada por muchas estrellas del rock. Hoy día, muchas compañías se han especializado en la producción de pantalones vaqueros, y la mayoría de las grandes firmas de moda tiene su propia gama.

Durante la década de los cincuenta, los jeans dejaron de ser solamente pantalones llevados por los hombres y las mujeres los incorporaron a sus armarios.



Da igual que sea invierno o verano! Los jeans son la prenda perfecta para lucir en cualquier momento del año.

Hoy en día encuentras muchísimos modelos y/o estilos y colores! Aquí tenéis algunos ejemplos:




Y para ellos también...




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martes, 22 de mayo de 2012

Más allá del límite

Escultóricos y audaces, los pendientes XXL reivindican su espacio y redefinen el rostro de la temporada...

Un ejemplo demasiado exagerado quizás pero nunca antes tuvieron tanto protagonismo los pendientes de formas escultóricas y bien grandes. Las versiones son infinitas, aunque les une un denominador común: su longitud. Más por largos, interminables.

Prolongados con cadenas o enlazados a través de figuras geométricas, descansan sobre los hombros y bailan al compás del movimiento femenino.

Cada diseñador se inclina por una forma... Blumarine por las margaritas, Etro apuesta por formas geométricas de aire étnico y Marni se decanta por los círculos de color de inspiración 60's, a modo de esferas esculpidas.




Un sinfín de atrevidas posibilidades con las que transformar un look aséptico en el más sofisticado de los outfits.

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lunes, 21 de mayo de 2012

Abriendo paso

En esta entrada quiero daros a conocer un nuevo nacimiento, Shoescribe.com, el 'e-commerce- donde el zapato y su universo son protagonistas.




Muchos zapatos: clásicos y extravagantes, cerrados y abiertos, sandalias y zuecos, planos y con tacón... Qué mujer no ha soñado alguna vez en su vida con un inmenso armario repleto de estos gloriosos elementos de culto? Auténticos fétiches que obsesionan, objetos de deseo que despiertan grandes amores y fuertes pasiones y, por qué no, accesorios que provocan una sonrisa. Yoox Group se ha hecho eco de todo este maremagnum de sentimientos y de sensaciones, y ha lanzado la que será una web imprescindible: Shoescribe.com (http://www.shoescribe.com/)



Si eres una adicta a los zapatos y a todo lo que les rodea, este será tu templo de peregrinaje online. A través de una suscripción anual, los Shoescribers no sólo recibirán una serie de servicios exclusivos -reparaciones de calzado, un kit para su cuidado...-, también tendrán acceso a una amplísima selección de firmas, tanto consagradas como emergentes -Alexander Wang, Opening Ceremony o Marc Jacobs, entre otros-.

Lo mejor? a la hora de comprar, podrás seleccionar por diseñador, categoría, ocasión para lucirlos e incluso tipo de tacón. Esta pasión desorbitada va más allá de la horma, y con el tiempo se podrán adquirir piezas relacionadas con los zapatos, como libros o elementos decorativos.

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domingo, 20 de mayo de 2012

Más que un print

Con el empujón de Lady Gaga y el furor de su colección para H&M aún presente, Versace reedita las icónicas camisas estampadas que Gianni diseñó en los noventa. Por eso habéis visto el boom de este print en camisas, mini vestidos, pañuelos, ...



Primero fue Lady Gaga, proclamando el pasado junio su intención de vestir durante dos meses sólo de Versace. Después, las kilométricas filas de fashionistas a las puertas del H&M peleando por conseguir una de las prendas más deseadas de la temporada. Y, ahora, una colección bucea en los archivos de la casa y reedita un número limitado de las camisas de seda y los estampados clásicos que causaron furor en los torneados cuerpos de las supermodelos y el soleado Miami de los años noventa. Las mismas casmisas, con la firma de Gianni, que la propia pasarela se encarga de recordar de manera cíclica. Porque todas las modas acaban regresando... Al vivir esta segunda juventud, Versace cierra este círculo. Y pone en evidencia lo que os acabo de decir 'que en la moda, tarde o temprano, todo regresa'.


Os contaré un secreto, ayer estuve rebuscando en los armarios mi cazadora Versace en tonos amarillos, negros, blancos y mucho oro!! Es como ésta pero con mangas largas...



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